lunes, 21 de noviembre de 2011

LAS VENTAS AMBULANTES POR PARTE DE LOS ESTUDIANTES EN ICESI.

Algún día  debemos  haber  sentido que el dinero que ganamos no alcanza para ciertas cosas, entonces, nos vemos en la necesidad de  buscar nuevos ingresos  para completar los gastos que requerimos a diario. Aunque todos no contamos con las mismas oportunidades para emprender algún negocio que produzca grandes ganancias, si contamos con ganas de salir adelante y no dejarnos morir. El Trabajo Informal, una labor que aunque a muchas personas les parece algo perjudicial y sucio, para otras es una forma de ganar un poco de dinero para generar algunos ingresos. La pobreza, la violencia, la inadecuada administración del gobierno, la desigualdad social y, sobretodo el desempleo, son las causas por la cual la venta informal de bienes y servicios es un trabajo prácticamente normal para nosotros los colombianos.
En general, este trabajo que no es del todo legalmente, emplea muchas personas a diario cuyo objetivo es mantener los gastos personales y familiares. Para observar de cerca este asunto, he decidido tomar como ejemplo una actividad que en los últimos años ha venido creciendo en  la Universidad Icesi, donde hay estudiantes que ejercen como vendedores para ayudarse económicamente con sus gastos del día a día universitario. Personas que son en la mayoría de los casos   gente humilde y con ganas suficientes de lograr una profesión en sus vidas, sin importar   a lo que tengan que recurrir para poder culminar sus estudios y por supuesto lograr esos sueños que todos nos proponemos alcanzar en el trascurso de la vida.


La Icesi es una universidad privada que desde hace algún tiempo ha venido incorporando dentro de las zonas de la institución  tiendas al servicio del alumnado y profesores. Pero los productos de consumo inmediato como alimentos, bebidas, entre otros, son un poco más costosos que los que se encuentran fuera de las instalaciones. Muchos nos cuestionamos sobre estos valores, que no son  asequibles para todos los estudiantes. La respuesta se puede deducir desde la perspectiva  del nivel socio económico de la Universidad que es considerada ante la sociedad de gran prestigio. Lo cual hace pensar que el que estudiaba ahí, debe ser de extractos económicos muy  altos. Por lo tanto, cualquier persona de ese nivel esta en condiciones de pagar lo que quiere consumir. Sin embargo, creo  que las directivas de la Universidad se olvidaron de que algunos estudiantes no pertenecen a esa sociedad donde los padres dan  todo a sus hijos. Deberían  haber pensado que un alto porcentaje son beneficiarios de becas empresariales e ICETEX, lo cual podemos deducir que no  tienen las  condiciones económicas que les permitan acceder a cualquiera de estos productos que la universidad  ofrece al público. Si nos dirigimos a  la Cafetería de Bienestar Universitario, podemos ver que  el sólo hecho disfrutar de un delicioso almuerzo cuesta mas de siete mil pesos, mientras que el almuerzo de la cafetería principal sólo llega a cuatro mil ochocientos pesos. No es que sea barato, pero la comparación hace una diferencia que muchos no la ven, yo diría, son cafeterías para paladares diferentes, mientras que unos se deleitan comiendo desayunos, y almuerzos caseros, otros prefieren comer alimentos vegetarianos o con bajas calorías. Pero de igual manera, sea cual sea el gusto de la comida, estos van a estar por encima de un costo  normal que el estudiantes de extracto medio, bajo  pueda  con gran sacrificio acceder a ello.
Entrando mas a fondo en el problema,  hay personas que opinan sobre esta situación. “los vendedores ambulantes o semifijos son la expresión más evidente de la imposibilidad estructural que tiene los países de las economías capitalistas semicoloniales para absorber en su estructura económica la totalidad de la población económicamente activa”[1]
Dicho  en otras palabras, se comprende que los vendedores ambulantes solo existen por que el estado no brinda la oportunidad y la facilidad  para aquellas  personas que están en capacidad de trabajar, es decir que  Colombia no es un país en desarrollo que ayude a   la población  a mejorar la calidad de vida, sabiendo que eso solo se consigue teniendo un gran productividad en los mercados, dando  así empleo y oportunidades para las futuras generaciones.


Los materiales como, libros, impresiones, escaneos, fotocopias  y  papelería en general, son por lo general demasiado costosos.  Si echamos un vistazo a la librería de la universidad, seguro se llevará una mala impresión del señor que la atiende, pero mas a fondo puedes ver lo caro que son los libros, revistas y demás artículos que a diario necesitan los estudiantes. Si haces una comparación con los libros que puedes conseguir por fuera o  mejor dicho  en otras librerías  te pondrás a pensar que es mejor comprar lo que te piden  en lugares  fuera de la universidad por que sale mucho más económico. Además, qué decir de la Biblioteca donde le prestan los libros supuestamente para estudiar, pero si te pasas del tiempo  de préstamo te cobran  una multa  de 2000 por día.  Obviamente   son reglas que la universidad ha sacado para controlar el manejo de la biblioteca sin embargo  desde mi punto de vista, no debería de cobrarse, ya que uno paga una matricula realmente costosa y  que debiera cubrir todos esos gastos estudiantiles.
Pero si hacemos una comparación  entre los  gastos universitarios y los gastos diarios en una familia colombiana, notamos que   Es predominante el sector informal, y  los grupos de gastos esencialmente son alimentos, prendas de vestir y calzado, recreación y cultura.”[2]
Entonces según la página económica (www.encolombia.com) el ranquin  lo  encabeza, los alimentos, con casi el 38% del gasto de los hogares se realizan en establecimientos tipo tiendas y misceláneas.  Éstos, según el operativo aplicado,  tienen carácter informal. El siguiente lugar de importancia lo ocupan los hipermercados con un poco más del 20% del gasto, pero éstos hacen parte del sector formal.
También se pueden mencionar los establecimientos especializados, entre los cuales  se encuentran las panaderías y carnicerías del sector formal con el 10% del gasto en alimentos, los supermercados del mismo sector, y los puestos en plazas de mercado  del sector informal con un poco más del 8% de gasto. En el caso de la recreación y cultura, que básicamente corresponde a juegos de azar, la preferencia mayor se concentra en el vendedor ambulante con 49,3%, las personas particulares con 19,45%, las tiendas y misceláneas con 17,75%, todos del sector informal.
No obstante, si reconsideramos el tema de los vendedores informales  tenemos  que esto es un  hecho que sucede por lo general en todas las universidades. Todo se  ha convertido lastimosamente en  un negocio al que hay que sacarle provecho y más si son  personas pudientes. Por eso no hay que repetirlo para entenderlo, el dinero esta en las altas burocracias que son las que buscan estar a la moda, ocupando el primer lugar dentro  de la cadena  de consumismo, atrapándolos  en un circulo vicioso donde cada día las personas quieren  estar mostrando y aparentando.

Finalmente,  los estudiantes que ejercen este tipo de actividades han terminado aceptando que los gastos estudiantiles  son demasiados y por lo cual esta claro que algunos deben buscar la manera de generar ingresos. En una encuesta que se hizo, para  saber que  motivaba a los estudiantes a realizar esta actividad como vendedores, nos pudimos dar cuenta que existen estudiantes que ejercen estas ventas por  gusto y no por necesidad.  Para algunos este hecho de vender confites o cualquier otro objeto, se sustenta en un pasatiempo  que para ellos no es necesario que genere ingresos, pero que obviamente al pasar un objeto de una persona a otra se esta incurriendo en el trueque, una actividad que tubo su auge en los comienzos de siglo cuando no existía el dinero donde tu das algo a cambio de algo, en este caso es dinero.  Ellos  por su parte dicen que  hacer este tipo de actividades es algo que les ayuda a sentirse que están haciendo algo más que estudiar.  Es como hacer  prácticas de sus carreras, sobretodo  las que tienen que  ver con las matemáticas.   Como  lo dice la obra literaria de Og Mandino, donde   hafit un sirviente, entra a la tienda de su amo y padre adoptivo Pathros pidiéndole la oportunidad de ser uno de sus vendedores y salir de su nivel de vida.”[3] Este es un claro ejemplo de cómo el nivel de vida de las personas influye para realizar  actividades que mejoren su nivel económico. Esta  obra es considerada un importante texto literario que muestra como las personas que no tienen  los recursos para poder sobrevivir, buscan una de tantas maneras para conseguir algo como es recurrir a las  ventas directas, desarrollando ese vendedor que cada ser humano tiene en su interior, ya sea de manera voluntaria o por ganar ingresos para ayudarse en sus gastos diarios.

Ahora, miremos las ventas desde otro Angulo, Con el fin de establecer los factores que han permitido el origen, permanencia y fortalecimiento del sector informal, se indagó sobre la razón por la cual los hogares adquieren productos en establecimientos que tienen características de informalidad. Los resultados de este ejercicio corroboran algunas hipótesis previamente planteadas como la cercanía al lugar de vivienda o a la oficina.
Efectivamente, la mayoría de hogares que reportaron compras en establecimientos de carácter informal, adujeron como principal razón de esta decisión la cercanía al lugar de vivienda. La segunda razón dada por la mayoría de los hogares para comprar en establecimientos de carácter informal, fueron los precios bajos. Ésta es otra de las respuestas esperadas, pues debido al carácter informal del establecimiento, los costos administrativos  son menores y el efecto sobre el precio al consumidor es menor. En tal sentido, es posible ofrecer precios por debajo de los registrados por el canal formal de comercio.  Las tres siguientes razones reportadas por un número menos importante de hogares, fueron: confianza, disponibilidad y costumbre. La adquisición de productos a niveles de precio por debajo del comercio formal se debe a la confianza y se deja de lado la percepción sobre la existencia de problemas de calidad.


El estudio en la icesi y no solamente en ella, también  en cualquier otra universidad se ha vuelto  un negocio, que desde hace varios años ha venido incrementando en la sociedad, sobre todo a las  que se denominan privadas, pues son autónomas en colocar sus precios por semestres, eso si manteniendo un margen equilibrado para todas las que se encuentren en el sector, pero siempre buscando como sacar provecho de sus estudiantes que pagan lo que les piden para no ser o quedar como analfabeta.
Por consiguiente, es necesario  que nos demos cuenta que el gobierno actual  lo que quiere es  entregar la educación a sectores privados, causando un efecto negativo a los estudiantes de bajos recursos que no tienen como pagar un semestre de  educación superior. Creando así  incertidumbre a las clases medias y bajas, pero dando provecho a los que realmente tienen los ingresos necesarios para poder entrar a estudiar, cosa  que vistas desde una perspectiva digna y razonable, no seria justo por que se aumentaría un alfabetismo, imagínese sin empleo y sin ningún estudio, ¡que razones tendría usted para vivir¡, Mejor dicho, no seriamos nada, por eso con respecto a la situación que se vive actualmente en el país hay que decir no a la ley 30, la cual pretende acabar con la  educación pública en Colombia.





[1] AHUMADA, Magda Alicia, él enemigo interno en Colombia-2007, pág. 90
[2] PDF- Gastos de los hogares de Colombia en el sector informal. www.encolombia.com
[3] El vendedor más grande del mundo. Por Og Mandino, resumen literario pág. 9.